La vitamina K2 tiene un papel crucial en el mantenimiento y función ósea. Su déficit contribuye a la aparición de fragilidad y deterioramiento óseo, como en el caso de la osteoporosis.
La vitamina D3 contribuye al mantenimiento de huesos, músculos y dientes, por lo que la asociación de estas dos vitaminas resulta efectiva en el mantenimiento de la salud de los huesos.